Tratamientos de la piedra natural

Para mantener la piedra natural en óptimo estado, se puede limpiar con mucha agua y con jabones con pH neutro. Para este fin, es preferible evitar productos químicos como lejía, desengrasantes o amoniaco que pueden deteriorarla. Al contrario, debes utilizar productos especialmente diseñados para mantener este tipo de material.

 

Limpieza de la piedra natural

 

De forma general, el mejor producto para limpiar la piedra natural es el agua. Este elemento es esencial para mantener la piedra en óptimas condiciones. También se puede lavar con jabones con pH neutro. En caso de que haya algún derrame, es importante quitarlo lo más pronto posible para evitar que se manche.

En el mercado hay productos confeccionados para mantener limpio este tipo de material en las paredes de la vivienda o de las oficinas. Los especialistas recomiendan no utilizar lejía, desincrustantes o amoniacos porque su base ácida puede corroer y dañar la piedra.

Cada tipo de piedra requiere un cuidado distinto. En el momento de adquirir este material, consulta si es fácil de limpiar y de mantener para darle una larga vida útil. No solamente la piedra se puede instalar en los suelos, también se puede utilizar en los muebles. Por ejemplo, puedes usar una encimera de granito en la cocina.

 

Piedras más resistentes al paso del tiempo

 

Una de las piedras más resistentes y duras ante los fenómenos externos es el mármol. Este material es capaz de soportar el paso del tiempo y de mantenerse intacta. Es uno de los materiales más utilizados por los arquitectos y los decoradores porque aporta elegancia. Durante años, ha sido empleado para la construcción de catedrales y monumentos majestuosos.

Otra piedra resistente es la pizarra, considerada un material versátil porque se adapta a todos los estilos: desde el minimalista o el gótico hasta el rústico. Se caracteriza por su consistencia y su densidad. Esto significa que es resistente y con una larga vida útil. Se puede encontrar en color negro, gris, rojo y marrón.

El travertino es una variación del mármol que aporta elegancia y resistencia a los espacios. Su superficie tiene varias irregularidades, lo que significa que cada suelo en el que se instala es único, con una gran belleza. Esta piedra es utilizada para los estilos minimalistas y vanguardistas.

Sus características morfológicas hacen que sea un material fácil de instalar en los suelos. Ofrece brillo, elegancia y durabilidad a los suelos de la vivienda, oficina o local.

El granito es otra piedra reconocida por su resistencia y durabilidad frente a los fenómenos climáticos extremos. Ofrece una gran variedad de colores, texturas y diseños. Se adapta tanto a los suelos interiores como exteriores.

 

Piedras menos resistentes al paso del tiempo

 

Entre las piedras menos resistentes al paso del tiempo se encuentra la caliza, que se forma con conchas marinas. Es porosa y, al igual que el mármol, se mancha con productos ácidos. Tiene propiedades antideslizantes y se suele instalar en los suelos de los espacios exteriores.

La arenisca es otra piedra con una textura arenosa y veteados interesantes. Está compuesta por arena de silicio. Suele venir en colores claros como crema. En interiores, se utiliza en forma de losa. Tiene propiedades antideslizantes, por lo que se utiliza en espacios húmedos como jardines y piscinas.

Esta piedra es menos resbaladiza que las piedras marmóreas porque su aspecto permanece mate aunque se pula.

 

Problemas más frecuentes

 

La humedad es el principal problema que enfrenta la piedra natural para su mantenimiento. Esto se produce porque la humedad constante puede penetrar desde el suelo a la piedra. Después de la instalación de la piedra, se pueden quitar las algas y el musgo con limpiadores ligeramente alcalinos.

También se puede eliminar el óxido con ácidos inorgánicos de alta calidad, que bloquean la aparición de estas manchas de nuevo.

Antes de la instalación de la piedra debe quitarse el óxido. Materiales como el mármol o la caliza se manchan de forma irreparable con este tipo de reacción química producida por la humedad y el paso del tiempo. También hay manchas causadas por el salitre que aparecen en el subsuelo y que deben ser eliminadas antes de la colocación de la piedra natural.

La radiación ultravioleta y la lluvia ácida pueden averiar la superficie, sobre todo en las piedras como caliza y mármol. Estos fenómenos climáticos causan que este tipo de material pierda su brillo y se blanquee.

Las superficies de piedra natural en exteriores son afectadas por todo tipo de manchas como por ejemplo grasa, aceites y gases contaminantes.

 

Productos utilizados para la conservación de la piedra

 

Para lavar la piedra, se puede utilizar agua con jabones con pH neutro para quitar las manchas y para mantenerla en óptimo estado.

En el mercado, hay un producto novedoso. Se trata de un protector anti fluorescente con una dispersión de un polímero acrílico para cerrar los poros de la piedra para bloquear el paso de la humedad. Es impermeable y permeable al vapor de agua, que se encuentra en las zonas húmedas.

Otro producto es el hidrofugante con efecto húmedo para piedra natural y para pizarra. Su objetivo es avivar los colores originales e impermeabilizar la superficie frente al agua. También es permeable al vapor de agua, lo que facilita la limpieza. Este producto protege el material frente al desgaste y la abrasión. Se puede usar en granito pulido, en porcelanato, en pizarra y en mármol.

Antes de utilizar alguno de estos productos, es importante leer en la etiqueta si se pueden usar en el tipo de piedra que se tiene en el suelo o en la pared.

La piedra natural es uno de los materiales más populares utilizados por interioristas y arquitectos por su resistencia, elegancia y durabilidad. Eso sí, se debe limpiar y mantener alejado de la humedad y de la radiación ultravioleta con productos especialmente diseñados para esta función.

Una de las principales ventajas de la piedra es su facilidad de limpieza y mantenimiento en comparación con otro tipo de material como madera o cerámica.